Nos dedicamos a comer:
El lunes hicimos desayuno especial, con chocolate, crepes y pancakes, pero qué rico todo!!!
Pero todo lo bueno se acaba, y el martes tuve que volver a proyecto, además, se acabó el sol. El jueves que era la fiesta de cumpleaños de mi tandem, se puso a llover. Así que tuvimos que cancelar el festival que había montado en el Herrengarten, e irnos a su casa a liarla. Llegamos Cris y yo, y allí estuvimos, y entre trago de cerveza y trago de tequila sunrise, nos hicimos amigas de los alemanitos.
Luego nos fuimos al Schlosskeller, que trabajaba Leire. Aquello estaba bastante muerto, pero como íbamos alegres, tampoco nos lo pasamos mal. El viernes estuvimos en la Ötingervilla, un fracaso de fiesta increíble. Pero entre una cosa y otra, al final me lo pasé bien y todo. El sábado fue día perdido por completo, fuimos a cenar a casa Jota (es imposible rechazar una invitación suya de comida) y luego un ratito a la fiesta radioactiva y a dormir.
Y el lunes, Erasmus Montag otra vez, pero con poca gente, y yo me pregunto: ¿dónde están esos Erasmus? ¿Qué hace la gente un lunes que no sale? ¿Realmente tienen algo que hacer? A más de uno habría que quitarle el título... ¿Dónde están esas fiestas de septiembre y octubre? ¿Ha muerto el espíritu Erasmus? Reflexionad.
Y ayer era miérnes, cómo bien dijo Alba, porque hoy es fiesta y mañana no va a ir a proyecto ni el tato. Y pensaréis, cuántas fiestas tienen estos alemanes! PUES NO! porque no hemos hecho ni un puente en todo el curso, hasta este mes y no haremos otro hasta el 3 de octubre. Qué pringados los alemanes!
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